El sueño de Daniel
Había una vez un niño de 13 años llamado Daniel, y él vivía con sus dos hermanas menores y sus padres. Un día Daniel se vio obligado a dejar la escuela, pues la situación económica en su casa no iba nada bien, a pesar de que él quería seguir estudiado, porque consideraba que la escuela era muy importante. Él estaba muy triste por esta decisión, pero sus padres le prometieron que apenas tuvieran dinero suficiente, estudiaría de nuevo. Todo el tiempo que él estuvo sin estudios, trabajó duro todo el día ayudando a sus padres, además de también cuidaba de sus hermanas. Tres años después, la situación económica mejoró, su papá había conseguido un trabajo en un supermercado, y él ya podía regresar a la escuela, lo que lo ponía muy feliz. Cuando entró, estaba muy atrasado, y sus compañeros lo molestaban por que le decían que ya estaba muy grande y le decían que era un tonto. Pero Daniel siempre se esforzaba, él hacía todas las tareas, ponía mucha atención, preguntaba dudas e iba a la biblioteca, porque le encantaba leer y descubrir cosas nuevas. A este ritmo, no le tomó mucho tiempo alcanzar a sus compañeros, incluso después los rebasó. Siempre se mantuvo constante con esta actitud, por lo que llegó incluso a ser el mejor estudiante de la generación. Daniel se graduó de la preparatoria a los 20 años con un promedio de 9.7, estudió Literatura y se graduó con excelencia.
A sus 27 años publicó su primer libro, pero este no fue tan conocido, sin embargo había gente que lo felicitó por su trabajo y él decidió continuar. Cuando tenía 31 publicó su segundo libro de suspenso, y le dio un ejemplar a su madre Nancy, ella se lo llevó a la casa donde ayudaba con la limpieza, trabajo que tenía haciendo por 3 años y los dueños de la casa la querían y la apoyaban. El señor de la casa vio el libro que Nancy había dejado en la cocina mientras hacía su trabajo y se lo pidió prestado, pues le interesó la contraportada, Nancy se lo prestó, y el señor lo leyó y le fascinó, tanto que quiso mostrárselo a un viejo amigo suyo que tenía una reconocida editorial. Al amigo le pareció un libro muy bueno y quiso hablar con el autor de este para ofrecerle publicarlo. Daniel aceptó feliz. El libro se publicó y tuvo mucho éxito, tiempo después Daniel se hizo famoso y decidió sacar más historias, que seguían encantando a su público, entre estas historias unas de motivación para alcanzar tus sueños como él lo hizo y diciendo que nunca hay que rendirse.