Del Miedo Al Encanto
Todos en la vida hemos sentido alguna vez miedo, ya sea por alguien o por algo, pero siempre lo mejor es confrontarlos, les voy a contar la historia de un niño llamado Miguel, quien tenía un profundo miedo a las montañas rusas.
Había una vez un niño llamado Miguel que tenía 12 años, él vivía en un departamento junto a sus padres y a su hermana a quienes quería mucho, no había nadie a quien Miguel quisiera igual que a su familia excepto a su mejor amigo Santiago, a quien quería mucho.
Un día cuando llegaron de la escuela Santiago recibió la noticia de sus padres de que iban a realizar un viaje a un parque de diversiones y sus padres le dijeron que podía invitar a Miguel. Miguel muy emocionado fue corriendo con sus padres y les preguntó si le daban permiso de ir con Santiago a aquel parque de diversiones y estos le dijeron que sí.
Miguel y Santiago estuvieron hablando sobre eso todo el tiempo hasta que Santiago le dijo a Miguel que había una gran montaña rusa en el parque al que iban y que estaba muy emocionado por subirse y que aún estaba más emocionado porque se iba a subir con él. En ese momento Miguel se quedó paralizado y comenzó a recordar que nunca se había subido a una montaña rusa lo cual lo asustó mucho.
Al día siguiente la familia de Santiago y Miguel se fueron al parque de diversiones, lo único en lo que Miguel pensaba era en aquella montaña rusa. Llegando al parque subieron a muchos juegos y Miguel pensaba que Santiago había olvidado aquel asunto de la montaña, así que se alegró, pero Miguel estaba equivocado, ya que Santiago le dijo a sus padres que era hora de ir a la montaña rusa, al llegar a la montaña Miguel estaba muy asustado e inventó dolores de estómago, pero los papás de Santiago lo notaron algo nervioso y le preguntaron qué le sucedía, fue ahí cuando Miguel les dijo la verdad y los papas de Santiago lo entendieron perfectamente, Santiago al enterarse habló con Miguel y lo motivó a subirse diciéndole que él iba a estar con él y que nada malo pasaría, después de unos minutos de tratar de convencer a Miguel, este decidió enfrentar su miedo y subirse.
Al momento de subirse y que el recorrido comenzó, Miguel estaba nervioso al principio, pero todo esto cambió y comenzó a reír y a disfrutar el resto del recorrido, bajó de la montaña muy feliz.
Miguel logró vencer su miedo y mejor aún descubrió que en realidad ama las montañas rusas.