Dolor

El dolor es de esas cosas que nos pasan tan seguido que olvidamos describirlas, esas cosas tan fáciles de provocar y tan difíciles de quitar a veces.

El dolor es algo muy común entre nosotros, está en tu cabeza cuando te estresas, en tu rodilla cuando caes, en tu pecho cuando sientes que ya no puedes respirar más, en tus manos cuando hieres, en tus ojos cuando lloras.

Es algo que existe en tu presente, en tu pasado y en tu futuro. Sin dolor no existe alivio, un sabio decía “Los hombres somos capaces de sufrir tres veces por la misma cosa, esperando a que suceda, mientras sucede y después de sucedido” creando así la tesis de que “La ignorancia es la madre de todos los dolores”

No obstante, el dolor, es de las cosas que nos hacen más humanos, y a la vez de las que más tratamos de ocultar a veces, ¿Por qué si es algo tan natural, lo ocultamos? Porque en nuestra sociedad, el dolor es de débiles, el dolor es mental, y sí, a veces lo es, a veces los recuerdos nos hacen sufrir, los miedos, los pensamientos, las predicciones, las expectativas, cosas internas, a veces ajenas e irreales para nosotros. Sin embargo, hay tantas cosas que nos duelen que a veces es difícil distinguir dónde, es difícil hallar el origen, es difícil pensar de más en ello, porque incluso al hacerlo nos hace sufrir aún más, estamos en constante dolor, cosa que a veces nos lleva a este sufrimiento, que en realidad no son lo mismo.

El dolor es parte de nuestras vidas, siempre estará presente, como antes mencionado, es eso que es parte de nuestra humanidad, puede hacernos sufrir, lo cual es algo más grande que el dolor, es eso que pone nuestros deseo de dejar de sentir el dolor de por medio, eso que llega cuando no pasa lo que esperábamos de nuestra vida, y es algo que no podemos cambiar, a menos que cambiemos nuestra forma de pensar, pues podemos vivir con el dolor, y sin el sufrimiento, enfocándonos a otros aspectos de nuestra vida, convirtiendo el dolor en algo más, algo mejor, sin embargo nuestra cultura no nos educó así, por lo que al sentir dolor, elegimos sufrir.

Nietzsche dice “En el dolor hay tanta sabiduría como placer; ambas son las dos grandes fuerzas conservadoras de la especie"

El dolor es el que nos obliga a detenernos y a preguntarnos acerca de las cosas. Sin el dolor, jamás nos diríamos, como tantas veces lo hacemos: “¿Por qué a mí?”, para darnos cuenta después que no es “a mí” solamente… Sin el dolor, no indagaríamos en las leyes ocultas que mueven todas las cosas, hechos y personas, sin el dolor, el gozo no sería eso tan grande y único que buscamos experimentar, el dolor no es de débiles, al contrario, nos mantiene fuertes, el dolor nos forma, nos cambia, nos enseña y nos distingue, nos da ese balance imperfecto, que conocemos como vida, donde cada paso se aprende, hasta que el gozo se conquista.